REPÚBLICA DOMINICANA

El café de la República Dominicana no tiene una gran cuota en el escenario mundial. No porque no sea sabroso, sino porque a los dominicanos les gusta tanto el café que se lo beben casi todo ellos, así que no queda café para exportar. Afortunadamente, una fracción del excepcional café del país llega al mercado mundial.

La República Dominicana es un país del Mar Caribe, situado en la parte oriental de la isla de La Española, en el archipiélago de las Antillas Mayores. El único país vecino es Haití, con una frontera común de 388 kilómetros. La capital es Santo Domingo;

Más del 20% de la población del país trabaja en la agricultura. El principal cultivo es la caña de azúcar, seguida del plátano, el algodón, el cacao y el café, el maíz, la mandioca, los cacahuetes, el arroz y el tabaco. El café se cultiva en el país desde principios del siglo XVIII. En 1715, comerciantes de Martinica trajeron las primeras plantas de café. La mejor zona de cultivo se encuentra en el suroeste del país, en la región de Barahona. También son conocidas las variedades finas de las regiones de Palmar de Ocoa, La Vega, Santiago, La Paz, Baní, Puerto Plata Cibao, Valdez, Azua y Duarte. Las principales variedades de café arábica que encontrará son Typica, Caturra, Catuaí, Bourbon y Mundo Novo. También se cultivan granos de café Robusta, pero son relativamente raros y rara vez se exportan.  El café se cultiva en altitudes que oscilan entre los 600 y los 1.500 metros sobre el nivel del mar. Tiene un sabor suave, con cuerpo, ligeramente ácido y un aroma agradable.  

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